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Así lo recuerdan los que vivieron esa pasión:

 

“Las carreras de autos han sido, son y serán mi pasión, por lo tanto me atrevo a hacer una breve reseña de lo que fueron para mi aquellos Grandes Premios, aclaro que todo es de memoria, porque las revistas que durante mucho tiempo conservé, alguna vez mis hijos las vendieron para tener un pesito.

 

Voy a dejar de lado los de TC y voy a recordar los de Turismo, con sus diferentes nombres (Standard, Turismo, Anexo J, Grupo 2, Turismo Nacional), si bien cuando se corrió el primero, año 1957, ganado por Humberto "tito" Altamura con un Ford, lo recuerdo perfectamente, los largaron junto a los TC, pero con un recorrido más corto, nuestro GP fue creciendo y ganando reputación, corriendo autos de muchísimas marcas, por recordar algunas: NSU, Isard, De Carlo, BMW, SAAB, Renault, Alfa Romeo, Borward, Peugeot, Fiat, Mercedes Benz, Auto Unión, Lancia, Mini y Morris Cooper, Ford Mustang, Di Tella, Volvo, VW Escarabajo, Torino y tantos otros que en este momento no vienen a mi memoria y algunos que eran cosas raras, por ejemplo, Isetta 300 cc, Isard 1204, Fiat 2300, Pontiac Catalalina, Renault 4 y Renault 8 a la Isetta la conducia alguien, que se transformo en un personaje Domingo Corso, al Isard Juan Jacinto Pomodoro; al Fiat 2300  de "Pepe" Zanetta, al Pontiac, Jorge Cuperiro entre otros,  el Renault 8 que nos visitó en varias oportunidades, el Uruguayo Hector Morás……!!!
 

No puedo dejar de nombrar a algunos pilotos y va en homenaje a todos: Bhonen, Boher, Von Dory, "Pecora", "Lito" Galluzzi, Roberto Galluzzi, Roth, Luis Paillot, Jose Paillot, Caldara, Marcos Cianí, Scaramella, Cruciani (hoy Juez), Calduch, Formisano, Tulio Riva, Gradassi, Castellani, "Transfer" (el día que los 3 cilindros de el Deka se ponían de acuerdo, correlo vos!!), Calviño, Gastón Perkins (pegaba con las rodillas en el mentón, en el Gordini), Carlos Guimarey, Julio Guimarey, Ruesch, Copello, Angel Monguzzi, Carlos Monguzzi, Antelo, nuestro Parisi, Bonamicci, Cano, de Alzaga, Sauze (corria de bombachas batarazas, alpargatas y pañuelo al cuello), Lepro-Olmedo, Maresio, Estefano, Viale del Carril, Varela Rueda, Gunnar Anderson, Garafulic, Cabalén, Caldara, Evangelista, Pedro Sancha, Andrés Sancha, Marcolongo, Lamela Diaz, Pachelo, Cacuri, Diez, Migliore, Castañon, Garro, Lopez, Mayorga antes con el Alfa con seudonimo "Fueguinos", Alcuaz, Juchet, Reutemann, Pascualini, Franco, Zunino, Rodriguez Canedo, Pedelaborde, Di Nezio, "Segundo Sombra", Alberini, Vessuri, Boyadjiam, Pachelo, "Larry", Balbé, Vives, Fojo, Fernandez Aicardi, Bhoringer, Menditeguy, Bordeu, Glemser, Schock, Rosqwit, "Cacho" Fangio, Carlo Faccetti, Zasada, Gainza Paz, Boschi, Lostaló y Sampayo, entre muchos otros que podían ser experimentados pilotos o audaces debutantes amateurs.
 

Se ponían en marcha en forma simbólica frente a el ACA. Largaban de noche y la primer etapa, casi siempre iba hacia Villa Carlos Paz, por ruta 8, Los Molinos y llegada a la Villa, primero, lo hacían los autos de menor cilindrada y así, hasta llegar a los más grandes. En el transcurrir de los años hubo varias divisiones, pero lo más clásico era por cilindrada: Hasta 700 cc., hasta 850 cc., hasta l.l00 cc., hasta l.300 cc., hasta l.600 cc., hasta 2.000 cc. y más de 2.000 cc.
El desafío Ford - Chevrolet delTurismo Carretera se recreaba en el duelo Fiat - Peugeot, aún cuando la marca francesa corría con el 404, este tenía 1.618 cc, por lo tanto perteneciente a una clase diferente a la de los Fiat 1500, no obstante ello la tenida era muerte e igual jugábamos los asados a manos de los pilotos del Leon o los de la casa de Turín.
Hay historias mil, acá recordaré solo algunas, el año que la señorita Rosqwit arrasó en el Gran Premio, perdió la trepada a la Cuesta de Miranda, con varios autos nacionales, y también le ganó Paillot, con un Isard 700 de muy baja potencia.
Supo venir a correr un equipo Uruguayo, con unos velocísimos Saab 99 y lo hacían en la misma categoría de los Renault Gordini, entonces había que armar una estrategia para derrotarlos, a Horacio Steven director de el equipo Renault se le ocurrió la siguiente: “hagan correr la bola antes de la largada que el auto de Juan Pedro García (uno de sus pilotos) a anda más de 170 km/h”, poco tardó la noticia a oídos de los pilotos de los Saab: estos salieron chupados en busca de el Renault. Lo qué no sabían era que la orden para García los demás pilotos oficiales de Renault fue que en la primera estación de servicio existente en el camino se metieran adentro y escondieran los autos. Los Saab en su desesperación de alcanzarlos y no encontrarlos, rompieron los motores y la amenaza Sueca desapareció gracias a esa “picardía criolla”.

 

Los Grandes Premios eran transmitidos por varias radios y organizaciones como; Carburando, D'Agostino, Sojit, Lamarque, etc., estas eran realmente maratónicas, porque comenzaban a las 6 ó 7 de la mañana y se extendían hasta las 18 ó 19 horas, empleando unos cuantos móviles en la ruta de la carrera, varios aviones. Carburando llegó a volar un Gran Premio con 4, todo un record, y se peleaban en la previa por contratar las radios de onda corta de las provincias, porque este era el único medio que les aseguraba contar con retorno. Para todos ellos, periodistas y técnicos vaya mi recuerdo y agradecimiento, porque la gran mayoría no eran profesionales, simplemente lo hacían por amor al automovilismo. En la organización de Luis Elías Sojit, trabajaba un Señor de nombre Pedro Fiore, muy respetado en el ambiente, antes de comenzar la etapa, el contaba cómo era la topografía por donde pasaría ese día el Gran Premio, era tan hábil que cuando relataba, era prácticamente como si lo estuvieras viendo, pintaba de una manera la subida a la cuesta de Miranda, que lo que luego hacían los autos parecía toda una proeza, al fin y al cabo esa era la bendita magia de la radio y luego durante el desarrollo de la etapa, hacia varios comentarios, tan gráficos, que oírlo era como estar leyendo una revista o un diario.
 

En el año 1967 se inscribieron 450 autos, fue el record y en mi quedó grabada porque en esta categoría yo era hincha de "Lole" y de Fiat y fue el debut de la Scuderia de Concesionarios Fiat, que alistó 7 autos,  4 de ellos coupes : la 201 Reutemann, la 203 Pedelaborde, la 204 Pascualini la 208 Galluzzi (era a la vez taller rodante) y 3 berlinas: la 213 Mayorga (ganador de el GP) 222 Namur y la 248 Parra, pero apareció un salteño de apellido Scamuffo, que andaba más rápido que los oficiales.
Otra curiosidad era que por aquellos los años imbatibles "gringos de Olavarria" tenían agencia Peugeot y para los grandes premios preparaban un 404 que era muy rápido y lo conducía un piloto de nombre Máximo Boubee.
Por las noches, las radios hacían las noches de gala, concurrían los pilotos y contaban las vivencias del día y se ponían en contacto con sus familias, porque por aquellos años las comunicaciones telefónicas no eran fáciles, el pedido más clásico era: manden giro a San Juan, si ese día estaban en Córdoba, por ejemplo.
Para hacer las reparaciones entre etapas, les daban un tiempo que rondaba entre 1:30 Y 2 horas, siempre se comentó que algún vivo, iba de noche al parque cerrado y mediante el sistema de darle algún peso al policía de custodia, adelantaba el trabajo en su auto.

 

Cuando salieron las primeras radios Spica y con auriculares (qué adelanto!), algunos alumnos se atrevían a ir con ella a la escuela, metida debajo del guardapolvo y con el cable de el auricular disimulado detrás de la oreja, para poder escuchar la carrera.
Estoy seguro que nuca más el automovilismo logró tener al país pendiente de una carrera, como cuando se corrían los GP de TC y el de Turismo, o como fue la hazaña de las 84 horas de Nürburgring, donde uno iba, panadería, carnicería, almacén, taller, casa de familia había una radio encendida, nadie se perdía ningún detalle.

 

Creo que la anécdota de más color (y hubo a montones) la puso en varias ediciones un Señor llamado Domingo Corzo, este tuvo la osadía de largar dos o tres veces con una Isetta 300 cc. Contaban que una vez en la Pampa de Achala, el autito no subía, entonces, bajó el acompañante a empujar, cuando la Isetta tomó vuelo, no paró a levantarlo y se fue sin acompañante. Las malas lenguas decían que para poder llegar a tiempo a los controles horarios, la cargaban arriba de un camión y así podía entrar en tiempo. Nunca pudo completar el recorrido, salvo en un año, donde en una etapa entró fuera de hora, quedó afuera de la clasificación, pero Corzo siguió detrás de la caravana, fuera de carrera y la Isetta pudo dar la vuelta.
 

Con mi familia vivíamos en un pueblo de alrededor de 400 habitantes, yo iba a la escuela y era practicante sin sueldo en el Ferrocarril Roca, el Jefe de la estación, me regalaba los libros en desuso y en ellos yo garabateaba mis clasificaciones. Para mí lo qué siempre tuvo más encanto fue la primer etapa, la que se corría de noche, cuando salía al aire el puesto móvil, por ejemplo ubicado en Villa Reducción a 484 km de el punto de largada en Pilar decía el relator y empezaba a contar: “…a la distancia vemos los faros de un auto, debe ser el primero, se acerca, acá está, pasoooooooo, auto N° 208 de Gastón Perkins, con esta hora de paso 3 horas, 53 minutos, 21 segundos, cuando se aproxime un nuevo auto llamaremos, transmitió puesto móvil Annan de Pergamino, le cambio, pero por Atma, Baterías que duran…”
Asi y todo, nunca tuve la oportunidad de ver un Gran Premio de Turismo, solo agradezco a Dios que me ha dado una buena memoria y que me haya picado el bichito de las carreras de autos, para mí lo más grande que hay en este mundo”.

 

 

Fuente: RUBEN BALDO.-

 

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